A pesar de no ser la atención la única capacidad que entra en juego para poder obtener el éxito académico. Sin embargo, si es cierto que una deficiente capacidad de atención puede interferir en el propio aprendizaje, e incluso, en un rendimiento académico inferior a las posibilidades reales del alumno.
Desde una perspectiva analítica tanto de la misma como de sus causas, a fin de establecer las tareas adecuadas para elevar el nivel atencional que un alumno presenta en un momento determinado.
La falta de atención de un niño suele presentar como causa o de forma asociada los siguientes déficits o carencias:
Carencias en la percepción visual.
Carencias en la percepción auditiva.
Carencia de orden psicomotor.
Carencia de orden neurológico.
Trastornos de carácter afectivo.
Por tanto, se puede considerar que los problemas de atención son, esencialmente, resultantes de alteraciones de dos tipos de elementos o factores:
Elementos de carácter perceptivo.
Elementos de carácter afectivo-volitivo.
Por tanto, con la finalidad de orientar y facilitar el proceso de ayuda y refuerzo que la familia puede desarrollar en casa, ofrecemos algunas pautas y actividades que permiten trabajar y potenciar la capacidad de la atención.