Trabajamos los colores con este magnífico juego de puzzles

Los puzzles desarrollan predominantemente un aspecto cualitativo de la inteligencia: los hábitos de pensamiento y trabajo.

El acercamiento del niño a la tarea de reunión de objetos puede ser de 3 maneras diferentes:
reacción inmediata hacia el todo, acompañada de una comprensión crítica de la relación de las partes individuales.

• Reconocimiento rápido del todo, pero con una comprensión imperfecta de la relación entre las partes.
• Comienzo con un fracaso total para entender la situación total, pero que después de cierto número de pruebas y errores lo llevan a una apreciación repentina, aunque con frecuencia tardía, de la figura.

En general, pues, podemos decir que la aportación clínica de los puzzles es fundamentalmente sobre el modo de percepción, sobre el grado en que uno se fía de los métodos de intento-error, y la manera en que uno reacciona ante los fracasos. Algunos psicólogos les conceden valores creativos, especialmente si la ejecución es rápida. Otros hacen resaltar que la reproducción afortunada depende del grado de familiaridad del niño con las figuras y de su habilidad para tratar la relación de la parte y del todo, de la habilidad para trabajar con un fin desconocido y del grado de persistencia en la tarea.

Trabajamos los colores